Angélica Gómez proviene de una familia con profundas conexiones en el Upper West Side y Bloomingdale. Durante su infancia, la zona donde vivía estaba llena de sus abuelos, tíos y primos.
Su tío Christian Calderón, al igual que su hermano menor Isaías asistieron a Bloomingdale. Angelica empezó Bloomingdale en el año 1998 en la escuela que se encontraba localizada en la 107th, sus maestras fueron Traci Chen y Angie Ramos. Traci la recordaba de esta manera: “Angélica era tranquila, amigable, siempre sonría y se interesaba en lo que sucedía a su alrededor”. ¡Se puede decir que esto es cierto hoy!
Después de que se graduó de Bloomingdale, Angelica asistío a P.S. 75, en la Escuela Emily Dickinson y luego a la Escuela Intermedia Booker T. Washington, está escuela se encuentra justo al otro lado de la calle de nuestra escuela de la avenida Columbus. A ella le gustaba mucho ir a la escuela Booker T. y fue justo en ese momento que sus padres decidieron mudarse a Nueva Jersey con toda la familia. Angélica tenía muchas ideas en su mente y estas eran; ¿Dejar su escuela? ¿Dejar a sus amigos y su barrio? o Quedarse sin hacer nada?. Afortunadamente, sus padres todavía trabajaban en la ciudad y su familia en el vecindario la ayudaron mucho. Gracias a eso Angelica
terminó la escuela secundaria y fue a el colegio en Garfield, NJ, y luego a la Universidad Statal Montclair en NJ.
Puedo haber parecido que Angélica se había mudado a Nueva Jersey, pero su corazón todavía seguía perteneciendo al Upper West Side. Mientras estaba en la universidad, comenzó a trabajar como paraprofesional en PS 75, y planeó sus cursos en torno al tiempo que tenia disponible en el trabajo.
Cuando estaba terminando su licenciatura, sus contactos en el Upper West Side la trajeron de regreso a la ciudad a tiempo completo. Se convirtió en Teacher Fellow, un programa que atrae a nuevos maestros a la profesión. Ella comenzó en el verano del 2017, siguiendo a un maestro en una escuela del Distrito 75 en Harlem y tomando clases por la tarde hasta la noche. En ese otoño, la contrataron para trabajar en un salón de clases de quinto grado en PS 75. Su ex maestra de cuarto grado, Alida Grafal, ahora subdirectora en PS 75, sabía que encajaría perfectamente en ese trabajo. Angelica acababa de empezar en su nuevo trabajo cuando recibió la noticia de que una clase de jardín que daba clase de dos idiomas había perdido a dos maestros y fue allí cuando la escuela le preguntó a Angélica si estaría dispuesta a darle una oportunidad a la clase de jardín de infante. Ella aceptó la propuesta y la convirtió en un éxito. Ella recuerda que en ese entonces dos niños en su clase acababan de llegar de Bloomingdale y, con el paso de los años, otros niños de Bloomingdale han asistido a su salón de clase. Angelica es una maestra de educación especial ahora, y forma parte de un equipo de enseñanza en un salón de clases de TIC (enseñanza conjunta integrada) para niños del 5.º grado de lenguaje dual. Este programa es para aquellos estudiantes que tienen dificultades de aprendizaje y donde luego se integran al salón de clases. Ella tiene su maestría de la Universidad Pace y ha completado su extensión bilingüe. Le encanta dar clases a el quinto grado, pero cree que también le gustaría experimentar otras cosas y así poder enseñar en una escuela secundaria.
La pandemia y Angélica
En su tercer año de docencia, la pandemia lo cambió todo. Su escuela cerró el 13 de marzo de 2020 y se pidió a los maestros que vinieran la próxima semana para preparar lecciones para el cierre anticipado de dos semanas. PS 75 ya contaba con computadoras portátiles, pero los maestros tenían que crear e imprimir las lecciones y comunicarse con las familias. Angélica se enfermó pero nunca se hizo la prueba, como tantos en ese momento. Después de las vacaciones de primavera, estaba claro que los estudiantes y maestros no regresarían ese año escolar. Angelica se reunía todos los días con sus alumnos a través de Google Meet. En el siguiente otoño, antes de que las vacunas estuvieran disponibles, los estudiantes tenían la opción de asistir y trabajar en sus computadoras en días diferentes o trabajar de forma remota. Angelica era una enseñanza híbrida y eso continuó hasta la primavera, cuando ambos grupos comenzaron a entrar al salón de clases. El último año escolar, 2021-2022, los estudiantes asistieron por completo a sus salones de clases y las mascarillas se volvieron opcionales en marzo. Como puede ver en las fotos de Angélica con sus alumnos de 5.º grado, ella aporta una conexión profunda a su trabajo con los alumnos. Angélica es una heroína local: es fiel a sus raíces en el Upper West Side y está aportando su pasión por aprender a cada uno de sus alumnos. Ella es una inspiración y estamos orgullosos de que su viaje de aprendizaje haya comenzado aquí con nosotros.