Triste, preocupado, ansioso o inseguro son solo sentimientos de los padres. Comenzar el preescolar o comenzar en un nuevo salón de clases con nuevos maestros genera siempre muchos sentimientos. Los niños y los padres pueden experimentar la separación al comienzo de un año escolar como por ejemplo; cuando ocurre la visita de los maestros al domicilio de los niños o durante el proceso de introducción ya que esto sucede con el fin de que los maestros de Bloomingdale conozcan a cada niño y sus familias. Los maestros saben que si los padres se sienten cómodos dejando a sus hijos, los niños se sentirán seguros en su nueva escuela o salón de clases. Cuando los padres se van, los niños pueden estar inmediatamente tristes o pueden romper a llorar más tarde en el día pero los maestros están pendientes de esto y están siempre listos para consolarlos y tranquilizarlos.
Estas son algunas maneras que ayudan a los niños y a sus padres durante este período de adaptación:
Es bueno siempre decir adiós incluso si es difícil para el niño en ese momento ya que establecer una rutina de despedida ayuda a todos. Agitar la mano a través del monitor o la ventana le da al niño algo de poder sobre los eventos.
Una vez que se establecen las rutinas de clase, los niños se acomodan en su nuevo hogar lejos de casa. La mayoría de ellos pueden enfrentar problemas de separación en el transcurso del año como ejemplo, después de unas vacaciones con familiares y amigos, regresar a la escuela después de una enfermedad, o enfrentar nuevos cambios como ir a Kindergarten.
Photographs © Laura Dwight/Bloomingdale Family Program